El canto cardenche, es una forma de música polifónica tradicional que se interpreta normalmente con cuatro voces a capela, que transmite experiencias de vida de la comunidad en la que se origina; su polifonía es totalmente empírica, no sigue un orden armónico profesional, está basada en el propio oído y sentir de sus intérpretes; la tradición, la intuición y la memoria juegan un rol principal en su ejecución. Las letras narran las actividades comunitarias por las que la población se identifica y construye un sentido de pertenencia e identidad social.
Esta tradición actualmente se encuentra, prácticamente, en desuso y son contadas las comunidades que han continuado con su ejecución. La vida moderna, sea cual sea, ha venido a romper de forma medular las relaciones de carácter comunitario, no sólo de estos pueblos del norte, sino de gran parte del país, homologando gustos y expectativas de las generaciones más jóvenes que ven a la propia tradición como un arcaísmo con el que ya no se identifican y, por ende, al que no les interesa mantener en vigencia. De aquí se desprende la importancia y la necesidad de un grupo como las Mujeres Cardencheras, único grupo de cantoras descendientes de los intérpretes originales de esta tradición que se tiene evidencia de su existencia desde 1776, en cuanto al canto religioso y el canto profano 1851.
Este proyecto no solo busca la salvaguarda de una tradición, sino apuesta a la sensibilización y rescate objetivo de esta música y de todas sus riquezas que definen, en gran manera, la riqueza de los pueblos que le han dado vida.